miércoles, 15 de octubre de 2008



En la página de opinión de El País de hoy me han publicado un artículo en el que intento expresar mi preocupación por el rumbo de la sanidad de Madrid; le he puesto un título un tanto colorista y al hilo de lo noticiable (“activos tóxicos...”), pero en este caso la metáfora me parece tan cercana que se torna en descripción.

Sé que mi forma de ver los temas no es la que domina en las protestas y reivindicaciones del sector (más proclives al enrocamiento en los modelos tradicionales de gestión administrativa): creo que Esperanza Aguirre ha torcido gravemente los consensos y sendas previas, pero que no hay que regresar al mundo apacible de las burocracias públicas, sino apostar decididamente por la reforma del gobierno y la gestión pública de los servicios sanitarios; si esto no se consigue, los que defendemos no sólo el aseguramiento público sino la gestión pública, estaremos siendo parte del problema y no de la solución; y estaremos dando armas a quienes buscan a través de la externalización de componentes de la provisión objetivos de beneficio particular y no ganancias de eficiencia y valor social.

Os paso el enlace; espero que os guste, o al menos que os parezca interesante.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Activos/toxicos/sanidad/madrilena/elpepiopi/20081015elpepiopi_12/Tes?print=1

domingo, 12 de octubre de 2008

Pago por desempeño ¿qué desempeño?


Jueves y viernes de esta semana en Toledo y con el apoyo del FISCAM tuvimos una interesante jornada de la Revista de Administración Sanitaria. Peter Key, un sesentón con la misma edad que el NHS dio algunas lecciones de sabiduría práctica, a modo de decálogo de recetas para utilizar en la organización del servicio de salud.

Me llamó la atención en particular un debate sobre el tema del pago por desempeño o por resultados; al hilo de modelo de contrato de generalistas británicos, y de los buenos resultados conseguidos en el control de diabéticos (tema muy incentivado en dicho contrato) se plantearon dos tipos de problemas.

Uno inmediato: si el esfuerzo se dedica a unos programas específicos, ¿no se apartará de aquellos temas por los que no se aporta ningún “punto de bonificación”?.

Otro más intangible, pero no menos importante: si acostumbramos a cualquier médico a evaluarle por las cosas por las que se bonifica explícitamente en el contrato, ¿no estaremos cambiando la cultura del profesionalismo y la excelencia, por otra de la transacción miope y el micro-contrato por cada unidad elemental de prestación y esfuerzo?

Esto segundo tendría consecuencias devastadoras, pues ningún sistema de gestión e incentivación, por sofisticado que fuera, podría capturar las dimensiones, la complejidad y la dinámica de cambio tecnológico y de expectativas que supone la medicina y la sanidad. O sea, volvamos los ojos a modelos simplificados, basados en un contrato social entre sociedad, sistema sanitario, médicos y pacientes, con elementos de incentivación de carácter muy general y variado, y sin fantasías de control industrial de cada dimensión e item de servicio producido. Desempolvemos el profesionalismo para trabajarlo dentro de las disciplinas de la gestión.

Y gracias, Peter, por tus reflexiones. 

miércoles, 1 de octubre de 2008

Un “Pacto de Estado” con Consejerías y según organigrama ministerial



No parece haber derroche de imaginación en este arranque del Pacto por la Sanidad. Seamos prácticos, estamos en crisis, y lo más sencillo es ir a lo práctico. En vez de buscar un conjunto de expertos independientes, crear un marco complejo que involucre el Senado y agentes políticos, sociales y ciudadanos, y buscar una agenda de temas abierta y ambiciosa que priorice los problemas estructurales, es mejor ir a lo seguro: seguir el organigrama ministerial para que las tareas queden bien encuadraditas en cada una de las direcciones generales, y usar el directorio habitual de las Consejerías de Salud de las CCAA, cuyos altos cargos están metidos ya en las bases de datos y tenemos gran facilidad de contactar y ellos de venir.

Lástima que en las organizaciones complejas la línea recta nunca sea la más corta entre dos puntos; tendremos problemas seguro: nos quedaremos en eso de pedir otro 1% más al Solbes de turno (ahora ya sí, todos a coro, como el Orfeón Donostiarra), y hacer un diagnóstico más de la situación, que no altere el statu quo de ninguno de los agentes institucionales que se van a sentar en las sillas de las comisiones.

Me temo, nos tememos muchos, que será otra oportunidad perdida. Pero deseamos ardientemente equivocarnos. Y los que llevamos desde 2004 pidiendo un nuevo Contrato Social para un SNS Sostenible estamos dispuestos a dar ideas y aportar trabajo (aunque aún nadie nos ha llamado); para empezar recordamos que los temas de la publicación de 20 autores de 2005, siguen dolorosamente actuales, y que, como ya anticipábamos, nos va a tocar afrontar cambios estructurales en el peor entorno económico posible (esto que ya parece que se puede llamar crisis). Recordemos la publicación referida, por si alguien tiene interés en rescatarla y desempolvarla:

Repullo JR, Oteo LA (eds). Un nuevo contrato social para un sistema nacional de salud sostenible. Barcelona: Ariel, 2005

Y para los que no se crean lo de un Pacto según organigrama ministerial, échenle una miradita a esta reseña:

Los comités institucionales constituidos son los siguientes:


- Comité de Políticas de Recursos Humanos, dependiente de la Dirección General de Ordenación Profesional, Cohesión y Alta Inspección: su objetivo será elaborar una propuesta de política común que defina las necesidades del sistema y su adecuada planificación.

- Comité sobre Cartera común de Servicios Sanitarios y Unidades de Referencia del SNS, dependiente de la Dirección General de Ordenación Profesional, Cohesión y Alta Inspección: su finalidad será alcanzar un consenso sobre los criterios de mejora y ampliación de la Cartera de Servicios comunes.

- Comité de Políticas para la Racionalización del Gasto Sanitario, dependiente de la Secretaría General de Sanidad: su objetivo será la búsqueda de la eficiencia y la racionalización de los gastos para mantener la sostenibilidad financiera del sistema.

- Comité de Políticas de Salud Pública, dependiente de la Dirección General de Salud Pública y Sanidad Exterior: su objetivo será definir una política común en este campo, establecer un calendario vacunal común y lograr que la salud pública sea un elemento permanentemente presente en todas las políticas.

- Comité de Políticas de Calidad e Innovación, dependiente de la Dirección General de la Agencia de Calidad: mantendrá una estrecha relación con los profesionales y los pacientes para asegurar la presencia permanente de la calidad y la innovación en las distintas políticas del sistema sanitario público.

- Comité de Políticas de Salud sobre el Consumo de Drogas, dependiente de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas: trabajará en la búsqueda de consensos que ayuden a vencer al consumo mediante una adecuada asistencia sanitaria.